19 de abril de 2025

SNS informa que tres sobrevivientes salen de cuidados intensivos

Santo Domingo.- El Servicio Nacional de Salud (SNS) informó este domingo que tres de los sobrevivientes del derrumbe del Jet Set fueron trasladados fuera de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tras registrar una mejora en su estado de salud. A pesar de este avance, cuatro personas continúan en pronóstico reservado en diferentes hospitales de la Red Pública de Salud.

En total, 15 personas siguen ingresadas en hospitales públicos a causa del colapso del Jet Set. Entre ellas, se encuentra una ciudadana colombiana de 33 años, quien fue admitida ayer en el Hospital Taiwán de Azua. La paciente se encuentra estable y se espera que sea dada de alta mañana.

En el Hospital Traumatológico Ney Arias Lora permanecen ingresadas nueve personas, con edades entre 26 y 48 años. De estas, dos están en pronóstico reservado, mientras que tres salieron este domingo de UCI tras experimentar una mejora en su salud.

En el Hospital Traumatológico Darío Contreras, sigue ingresado en la UCI un hombre de 46 años, quien se encuentra estable dentro de su gravedad.

En el Hospital Marcelino Vélez Santana se mantienen dos pacientes masculinos, ambos estables: uno de nacionalidad puertorriqueña, de 36 años, y otro dominicano de 40 años.

El Hospital Salvador B. Gautier atiende en la UCI a dos pacientes más: una mujer de 24 años con una grave lesión en su pierna, en pronóstico reservado, y un hombre de 55 años con traumatismo toraco-abdominal cerrado, también en pronóstico reservado.

El titular del Servicio Nacional de Salud aseguró a los familiares de los pacientes afectados por el desplome del Jet Set, tanto a nivel nacional como internacional, que están recibiendo la mejor atención por parte de un equipo médico comprometido con su recuperación.

Un llamado a la reflexión
En un emotivo y profundo mensaje lleno de consuelo y espiritualidad, el Nuncio Apostólico en la República Dominicana, Monseñor Piergiorgio Bertoldi, expresó su solidaridad y cercanía con el pueblo dominicano tras el trágico colapso del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido el pasado martes, que ha dejado hasta el momento 226 muertos.

El Nuncio hizo un llamado claro: que esta tragedia no sea en vano, e invitó a que se asuman responsabilidades y que se tomen medidas para evitar que hechos como este vuelvan a ocurrir.

«Desde el punto de vista humano, emerge el imperativo de que tales errores nunca más se repitan y que un hecho tan dramático obligue a cada uno de los responsables a un compromiso solemne para evitar en el futuro tragedias similares», declaró, subrayando que el verdadero homenaje a las víctimas será el compromiso de cuidar la vida en todos los ámbitos.

Bertoldi agregó que comparte el dolor de los dominicanos y expresó du conmoción por la magnitud de la pérdida y el sufrimiento que embarga a las familias afectadas.

“Ustedes me han recibido con cariño y simpatía y me ha sido fácil sentirme en casa desde que llegué a la Isla Española. Hoy, en estos días, siento que soy un poco más uno de ustedes: su dolor es mi dolor, su esfuerzo por aceptar la tragedia que ocurrió el lunes pasado también es el mío”.

Un país en duelo
En su reflexión, compartida durante una Eucaristía celebrada cerca del lugar de la tragedia, Monseñor Bertoldi describió la sensación de duelo colectivo como “un silencio que arropa incluso a esta ciudad ruidosa y viva”, una oscuridad que ha caído sobre una nación que suele estar bañada por la luz del Caribe.

Consciente de que no hay consuelo fácil para una pérdida tan repentina y violenta, el representante del Papa Francisco invitó a abrazarse en la fe, a orar juntos y a buscar sentido en medio del dolor. “Ante el misterio de la muerte, todos nos sentimos solidarios con el mismo destino humano”, señaló.

El rostro compasivo del Estado y de la fe
El Nuncio destacó la presencia y apoyo inmediato del Presidente Luis Abinader y de la autoridades civiles y religiosas.

«Por eso estamos muchos aquí, para expresar a los familiares de las víctimas, nuestra solidaridad en tanto dolor: desde el Presidente de la República, a quien saludamos con deferencia y agradecemos por mostrar, desde las primeras horas tras la catástrofe, el rostro compasivo del Estado y por su participación, hasta las otras autoridades civiles y militares, nacionales y locales, junto con los representantes de las diversas comunidades que componen el colorido mundo de esta Isla, y con las autoridades religiosas, también a las otras comunidades de creyentes que probablemente están orando en otros templos».

Además, Bertoldi agradeció profundamente la labor de los rescatistas y de todos los que han colaborado en medio del duelo que envuelve al país.

«Sentimos también que debemos expresar una palabra de agradecimiento a aquellos que se han esforzado en los rescates. Junto a ellos, quiero dar las gracias a todos los que, de diversas maneras, han hecho cuanto estaba en su mano para confortar a los familiares y amigos de las víctimas, entre ellos Su Eminencia el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, que acudió al lugar de la tragedia, recordándonos, con su gesto, que la compasión es aún más verdadera cuando se manifiesta en el encuentro de las distintas fragilidades humanas».

Un mensaje de esperanza frente al dolor
Inspirado por la fe cristiana, el Nuncio compartió pasajes bíblicos que invitan a mirar la muerte no como el final, sino como el inicio de un misterio mayor. “Jesús vivió la muerte y el dolor para estar con nosotros también en este momento”, dijo, afirmando que en ese encuentro, incluso en el sufrimiento más oscuro, “es posible vislumbrar la presencia de Dios”.

En una meditación llena de esperanza, Bertoldi recordó palabras del Apocalipsis: “Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni lamento, ni llanto ni pena”. Afirmó que esa promesa es especialmente cierta para quienes han perdido la vida en esta tragedia, y llamó a la comunidad a mantener viva la fe y el amor como fuente de consuelo.

El mensaje del Papa Francisco
Monseñor Bertoldi también transmitió el mensaje del Papa Francisco, quien expresó su cercanía con el pueblo dominicano, reconociendo “la sensibilidad humana, la preocupación por los demás y la tenaz fe” de esta nación caribeña. En su mensaje, el Santo Padre alentó a todos a buscar consuelo bajo la intercesión de la Virgen de la Altagracia, patrona del país, y confiar en que la esperanza de la resurrección es también una promesa para los que partieron.

Las víctimas fatales de la tragedia de Jet Set aumentaron a 226 este sábado, con el fallecimiento de una paciente de nacionalidad costarricense, que estaba ingresada en el Hospital Marcelino Vélez Santana.

Así lo informó el Servicio Nacional de Salud (SNS), que lamentó el deceso de la fémina, de 41 años, intervenida quirúrgicamente ayer, quien estaba en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

«El Servicio Nacional de Salud se solidariza con sus familiares y amigos de la ciudadana costarricense, la institución reiteró que desde la Red Pública de Servicios de Salud, el personal sanitario está comprometido en ofrecer las mejores atenciones a todos los afectados por la tragedia que ha enlutado al país», expresa en un comunicado.

Una triste actualización
Más temprano, en la mañana de este sábado, el ministro de Salud Pública, doctor Víctor Atallah informó que la cifra oficial de fallecidos a causa del colapso de la discoteca Jet Set había ascendido a 225 personas. De estos, 221 fueron recuperados directamente de la zona cero, mientras que otras cuatro víctimas fallecieron en centros de salud tras ser trasladadas con heridas graves.

El ministro también señaló que el número final de fallecidos podría aumentar a 227 o incluso 228, ya que todavía hay cuerpos pendientes de ser reconocidos.

El anuncio se realizó en medio de un llamado a la cautela, ya que el número podría aumentar debido a la situación de algunos heridos que aún permanecen en estado crítico en hospitales.

Este comunicado también marca el cierre del proceso de entrega de cadáveres, una etapa marcada por el dolor, la incertidumbre y la desesperación de cientos de familias que durante días acudieron al Instituto Nacional de Patología Forense para identificar a sus seres queridos.

Durante la semana, el instituto se convirtió en el centro neurálgico de una operación sin precedentes para brindar respuestas y algo de consuelo a los deudos. Con la entrega de los cuerpos completada, el entorno del instituto ha pasado de la conmoción a una resignada calma, mientras la ciudad comienza el largo camino hacia la recuperación emocional.

Las autoridades continúan monitoreando el estado de los heridos y se espera un informe actualizado en los próximos días.

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