29 de abril de 2025

Relevo y transición en los partidos políticos (6ta parte)

Por: Alejandro Santos

En el proceso de transición y relevo dentro del PLD, durante el predominio de Juan Bosch, el profesor logró mantener un control casi absoluto sobre la vida interna del partido. Abundan los hechos y anécdotas que ilustran la firmeza con la que Bosch dirigía los destinos del PLD.

Para las elecciones de 1994, Bosch comenzaba a mostrar señales visibles de deterioro en su salud. Ante esta situación, el Comité Político, consciente de su estado, le exigió que designara a un miembro de ese organismo para acompañarlo en la boleta como candidato a la vicepresidencia. Así surgió Leonel Fernández como compañero de fórmula de Bosch, en un contexto en el que el PLD contaba con mínimas posibilidades de triunfo.

Sin embargo, las elecciones de 1994 desataron una profunda crisis política, alimentada por denuncias documentadas de fraude electoral contra el PRD y su líder, José Francisco Peña Gómez. Esta crisis forzó la firma de un gran pacto nacional, buscando una salida institucional a un tranque que amenazaba la estabilidad del país.

El llamado “Pacto por la Democracia” implicó una reforma constitucional de gran calado: se permitió la doble nacionalidad, se impulsaron cambios en el sistema judicial y político, y se estableció la necesidad de obtener “el 50% más uno” de los votos para ganar la presidencia.

La concertación entre las principales fuerzas políticas fue clave para alcanzar este acuerdo, y el PLD —entonces tercera fuerza— consiguió imponer una modificación que, sin saberlo, sería decisiva para su futuro.

El Pacto también estableció que habría nuevas elecciones en dos años, abriendo un escenario completamente nuevo, en el que las viejas certidumbres empezaban a desvanecerse.

La cláusula del “50% más uno” se transformó en la inesperada tabla de salvación para el PLD en las elecciones de 1996.

En uno de esos giros fortuitos e impredecibles de la política dominicana, el hecho de que Leonel Fernández fuera candidato vicepresidencial junto a Bosch lo posicionó estratégicamente como el relevo natural dentro del partido, preparándolo para ocupar el espacio que inevitablemente dejaría el legendario líder.

Así, de cara a las elecciones de 1996, y con la ausencia definitiva de Bosch debido a su estado de salud, Leonel Fernández emergió como el elegido para portar la candidatura presidencial, aunque dentro y fuera del PLD pocos creían en la posibilidad real de una victoria.

Fernández ganó la delantera en la carrera por suceder a Bosch: primero conquistó la candidatura presidencial, un honor que hasta entonces solo había recaído directamente en manos del fundador del partido.

Continúa…

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