Las elecciones venezolanas atrapadas por falta de árbitro local y la polarización mundial
Por Alejandro Santos
En la presente crisis post electoral que vive Venezuela, existen dos factores que interfieren en la consecución de una solución rápida, primero no existe un arbitraje institucional local que sea creíble e imparcial, todos están comprometidos de un lado o de otro, no hay espacios para posiciones intermedias en Venezuela. Segundo la nueva polarización mundial se presenta como un obstáculo, porque países poderosos como Rusia y China, están respaldando al presidente Nicolás Maduro, sin reparar en la veracidad de los resultados de las elecciones del 28 de julio.
Dado el respaldo de China y Rusia a Maduro , hace prácticamente imposible que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas disponga una acción de fuerzas.
Quedan disponibles los mecanismos de presión que puede hacer uso la comunidad internacional que se limitan a desconocer el gobierno de Nicolás Maduro, y la aplicación de sanciones , algo que viene sucediendo con medidas que ponen trabas a la comercialización del petróleo de Venezuela.
La comunidad internacional tendrás que aplicar medidas más radicales contra el régimen de Maduro , para hacer valer la voluntad popular expresada en la urnas, se hace inminente lograr que comience a operar un sistema democrático en Venezuela.
Los Venezolanos no pueden por si solos,sin el respaldo efectivo y decidido de los países de la región, lograr establecer un país libre de dictadura.
La situación actual ha pasado por un proceso, que ha culminado con las manipulaciones de los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela de este Julio 28; el mismo tiene su origen en las elecciones de la Asamblea Nacional del 2020, en cuyas votaciones se produjo una abstención de más de un 70%, con la no participación de la oposición política Venezolana y un desconocimiento de la comunidad internacional.
Para la conformación de la Asamblea Nacional, que consiste en las elecciones de los parlamentarios Venezolanos, luego del control de la Asamblea se derivan el dominio de demás estamentos del Estado, incluyendo la selección de los miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La oposición llegó a tener mayoría en la Asamblea Nacional desde el 2015, cuando ganó las elecciones legislativas, luego con una serie de subterfugios el Presidente Maduro neutralizó el poder de la oposición en la Asamblea Nacional.
Como podemos apreciar, desde antes de la celebración de las elecciones del 28 de julio se sabía que no existía una posibilidad de contar con un arbitraje electoral creíble e imparcial.
Todas las instituciones del Estado de Venezuela están bajo el control del Presidente Nicolás Maduro, entonces, no se puede esperar otra cosa que no sea la imposición de la voluntad de quien manda en Venezuela.
La trampa fue siempre predecible, en un país que carece de árbitros, el Consejo Nacional Electoral que lo elige la Asamblea Nacional, esta última, arrastra a su vez una cuestionada legitimidad en las elecciones de los diputados del 2020, y finalmente da a Nicolás Maduro ganador de las elecciones 28 de julio, sin presentar una sola acta que avalen su veredicto.
Sin actas electorales que respalden el anuncio de la CNE , a los ojos del mundo ,las elecciones de Venezuela quedan como un gran fraude institucional. De ahí nace todo el rechazo que se manifiesta por todas parte en contra de esta falsa.
Como se puede apreciar, lamentablemente, en esta cadena de eventos, lo ocurrido en las recién elecciones de Venezuela, todo ha sido “crónica de una muerte anunciada”. Se implantó el fraude, como ocurrió en las elecciones legislativas del 2020 para conformar la Asamblea Nacional en Venezuela.